Profesores y estudiantes politécnicos ponen sus conocimientos en temas de eficiencia energética al servicio de la educación en el país. Esto, a través del proyecto de Formación en eficiencia energética y energías renovables, que dirige la profesora e investigadora de la Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la Producción (FIMCP), Emérita Delgado.
El proyecto es parte del programa de Fortalecimiento de las estrategias de aprendizaje en el contexto de la educación para el desarrollo sostenible, que impulsa el Decanato de Vinculación de la ESPOL.
El fin es brindar formación en temas de eficiencia energética a alumnos y profesores del nivel básico y de bachillerato de unidades educativas de Guayaquil, ubicadas en zonas vulnerables.
La iniciativa surgió en el 2017 y, cada año, se replica en distintas unidades educativas para contribuir con el cambio de hábitos energéticos de los niños y adolescentes de Guayaquil. Entre los objetivos está que el proyecto permita, a mediano y largo plazo, el ahorro del consumo eléctrico.
Se busca, además, fomentar conocimientos sobre la aplicación de las tecnologías renovables y concientizar sobre el cambio climático, a partir del comportamiento de consumo irracional de electricidad.
El proyecto incluye capacitaciones en las que se imparten conceptos básicos de energía como:
- Electricidad básica.
- Hábitos de consumo energético.
- Selección de luminarias a partir del área a iluminar.
- Análisis de kW de consumo en los electrodomésticos.
- Etiqueta de eficiencia energética para selección de electrodomésticos.
- Tecnologías aplicadas a energía solar, eólica y otras fuentes de energía.
La formación se realiza de manera teórica y práctica a partir de equipos educativos móviles construidos por estudiantes y profesores de las carreras que participan en el proyecto: Mecánica, Mecatrónica, Industrial, Electrónica y Automatización, Diseño de Productos, Diseño Gráfico y Producción para medios de Comunicación.
La iniciativa ─vigente hasta el año 2027─ ha permitido que hasta el momento 2.500 beneficiarios (estudiantes y profesores) de las unidades educativas se empoderen, convirtiendo a estos últimos en facilitadores de aprendizaje.
La ESPOL apuesta por la sostenibilidad creando agentes de cambio que, mediante el conocimiento, llevan mensajes importantes a la comunidad.