Proveer un espacio fuera de las aulas de clases, donde los estudiantes universitarios puedan explorar y desarrollar diferentes habilidades afines a sus intereses, es lo que proporcionan los clubes y capítulos estudiantiles que existen en la ESPOL.
Son grupos apolíticos y multidisciplinarios donde los alumnos politécnicos pueden realizar varias actividades —a lo largo de sus años de estudios—, que les permiten desarrollar destrezas, tanto disciplinares como transversales. Es una forma en la que ellos pueden complementar lo aprendido en la enseñanza formal.
Muchas de las habilidades que se adquieren en estos espacios son las que se consideran “atractivas en los profesionales” en la actualidad. Así lo indica la profesora de la Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la Producción (FIMCP) e i3Lab, María Isabel Alcívar. Ella promueve el emprendimiento e innovación en los estudiantes mediante el diseño de actividades con los clubes estudiantiles.
Entre las principales habilidades que se promueven en un club o capítulo estudiantil están el trabajo en equipo, el liderazgo, la creatividad, la resolución de problemas, la solidaridad, la resiliencia, la empatía, la organización del tiempo, el autoaprendizaje, entre otras.
“Según el club, desarrollan proyectos y eventos en donde ponen en prácticas conceptos disciplinares y artísticos (…) los clubes estudiantiles son un espacio de exploración ´sin castigo´. No hay calificaciones, no hay exámenes, hay solamente posibilidades. Demandan tiempo, responsabilidad, compromiso, pero van de la mano con la construcción de una comunidad formada por quienes pueden convertirse en tus amigos”, afirma María Isabel.
CLUBES Y CAPÍTULOS ESTUDIANTILES DE LA ESPOL
En la ESPOL existen cerca de 40 clubes y capítulos estudiantiles a los cuales los estudiantes pueden adherirse. Los clubes son agrupaciones donde los estudiantes se unen para difundir algún tipo de disciplina específica como, por ejemplo, una Ingeniería; o alguna competencia más transversal como la Sostenibilidad.
Los capítulos estudiantiles, en cambio, nacen de organizaciones internacionales que tienen su sede en otro país. También son clubes, pero ofrecen un aval internacional. Muchos de los capítulos han incluso ganado premios de forma reiterativa.
UNA VENTANA DE OPORTUNIDADES
Al ser parte de un club se abre un mundo de oportunidades para los estudiantes a las que, de otra manera, sería difícil acceder. Así lo afirman algunos de sus integrantes quienes, con distintos roles dentro de estas organizaciones, se sienten motivados al pertenecer a una comunidad en la que comparten sus aficiones con otros jóvenes.
José Desiderio Moreira, estudiante de Ingeniería en Mecatrónica y miembro del club de Mecatrónica, menciona que pertenecer a esta comunidad lo “impulsa a aprender aún más al trabajar continuamente y de forma práctica en algo que le interesa”, pero lo más importante para él ha sido “la sensación de compartir el tiempo y trabajar con personas igual de motivadas y apasionadas”.
Con esta visión coincide Joseph Gallardo de la carrera de Ingeniería Industrial, quien pertenece al club IISE desde hace tres años, luego de conocerlo por unos compañeros. “La vida universitaria está conformada por cursos, relaciones y actividades extracurriculares. Tener la oportunidad de desarrollarse de una manera holística, te permitirá convertirte en un profesional integral”, afirma.
Los clubes organizan diferentes tipos de eventos que varían según su naturaleza. Se promueven ponencias, congresos, talleres, reuniones de integración, eventos de premiación a miembros, eventos de posesión de directivas, obras de teatro, mingas, desafíos, y mucho más.
Por ejemplo, en el club de Desarrollo Sostenible (CDS) se realizan actividades de voluntariado en áreas protegidas como la Reserva Manglares El Salado, Área Nacional de Recreación Isla Santay, o en Playas de Villamil. Aquí se han hecho mingas y actividades de reforestación.
Andrea Belén Castro, quien estudia Licenciatura en Turismo y es presidente del CDS, indica que con estas actividades buscan desarrollar proyectos e investigaciones que tengan impacto para que los estudiantes “participen en actividades de voluntariado y puedan conocer la realidad de algunas problemáticas en la sociedad”, afirma.
Por su parte, Fernando Zea, estudiante de Ingeniería Química y quien preside el capítulo AICHE, indica que una de las principales motivaciones del capítulo es que los miembros conozcan las distintas ramas que ofrece la carrera. “Conoces cómo es la carrera en el exterior y puedes hacer grandes amistades, no solo dentro del club sino también internacionalmente”.
El tipo de disciplina que promueven los capítulos y clubes estudiantiles de la ESPOL son variados. César Abad, de la carrera de Auditoría y Control de Gestión, se desempeña como coordinador en el área de música en el club Acción Cultural Politécnica, ACP.
Indica que con las actividades que se organizan, buscan potenciar habilidades como comunicación y pensamiento creativo, además de compartir la idea de que “el arte no es solo cantar y bailar, sino que su ramificación es infinita”.
Además, las actividades extracurriculares de los estudiantes que se desempeñen como presidentes de los clubes o capítulos estudiantiles —y que contribuyan a su formación profesional en ciertas competencias— podrán ser certificadas por la ESPOL. Este certificado, que se obtiene mediante la plataforma Experiencia Estudiantil, puede servir a los estudiantes a postularse a programas de maestría, programas de becas, a participar en procesos de selección laboral o para compartirlo en sus redes sociales profesionales.
¿QUÉ PERFIL DEBEN TENER QUIENES DESEAN INGRESAR A UN CLUB?
Los requisitos varían dependiendo de cada club. Algunos solicitan la ejecución de algún proyecto (individual o en grupo), otros deben recibir alguna recomendación de algún profesor, otros necesitan del pago de una membresía (por ser capítulos estudiantiles internacionales), requieren audiciones, y otros no requieren mayor requisito.
Por ejemplo, en el club Taws, el primer requisito es haber tomado la asignatura de Fundamentos de Programación, que es transversal a todas las carreras, y tener un cumplimento de malla menor o igual al 60 %, entre otros pasos a seguir. Así lo expone su presidenta, Paulette Vásquez, quien considera al club como una familia. “Lo que más me gusta es que encuentras amigos para toda la vida”.
Durante los términos académicos se realizan ferias de clubes, como por ejemplo, Clubes: Ready. Set. Join!, organizado por el Centro de Emprendimiento i3Lab en el campus; o las ferias que se impulsan durante los eventos de inducción a novatos. En estos espacios los estudiantes pueden conocer toda la oferta de clubes y los requisitos, de manera más personalizada.
Participar en un club estudiantil es un espacio que da la oportunidad a los jóvenes de convertirse en seres humanos integrales, conscientes de sus fortalezas y áreas por mejorar, como espacios seguros para probar distintas actividades.
Para más información de los clubes y capítulos estudiantiles de la ESPOL, ingresa en https://www.i3lab.org/clubes-y-capitulos