En una conversación fluida e informal, expertos politécnicos y profesionales invitados abordaron el tema "One health: sinergia de la salud global", en la décima edición de la Chela Científica, que se realizó este 28 de noviembre en las instalaciones del Pop Up Teatro Café en Guayaquil.
Fue un espacio en el que los panelistas acercaron la ciencia a un público diverso, y no especializado, intercambiando ideas sobre temas como zoonosis y enfermedades compartidas, seguridad alimentaria, conservación de la biodiversidad, educación y concienciación, entre otros.
Los panelistas de esta edición, la última del 2023, fueron Washington Cárdenas, jefe del laboratorio de investigaciones biomédicas de la ESPOL; Andrea Orellana, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Vida de la ESPOL; Eliana Molineros, directora de Bienestar Animal de la Alcaldía de Guayaquil; y Washington Alemán, médico infectólogo.
La rectora de la ESPOL, Cecilia Paredes, dio la bienvenida a este espacio que estuvo moderado por Sofía Cabrera, coordinadora de Divulgación Científica del Vicerrectorado de I+D+i de la ESPOL. “La ciencia no se hace sola, la ciencia se hace para solucionar los problemas y eso es lo que hace la ESPOL”, mencionó la rectora, quien expresó un agradecimiento a todo el equipo que ha hecho posible esta iniciativa de divulgación científica.
¿QUÉ ES ONE HEALTH?
One health o «Una sola salud» es un enfoque unificador integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, según indica el Cuadro de Expertos de Alto Nivel para el Enfoque de «Una sola salud». Este concepto reconoce que la salud de las personas, los animales domésticos y salvajes, las plantas y los ecosistemas están estrechamente relacionados y son interdependientes.
Expertos como Washington Cárdenas, al referirse a one health, mencionan que “es una conceptualización de lo que pasa hace muchos años y la importancia de mantener ecosistemas estables”.
Eliana Molineros indica que las pandemias han existido desde hace mucho tiempo y que “parte del trabajo es seguir entendiendo de qué manera podemos estudiarlas y prevenirlas”.
El infectólogo Washington Alemán indica que “los animales no buscan a los humanos, sino que somos los humanos quienes invaden el hábitat de los animales” y la zoonosis está relacionada con esta invasión. “El Covid-19 es el mejor ejemplo de cómo una zoonosis se puede propagar”.
La investigadora Andrea Orellana es enfática al indicar que Ecuador, como país tropical que es, necesita reforzar el conocimiento que las personas ya tienen sobre medidas de cuidado personal y de su entorno para la prevención de muchas enfermedades.
¿QUÉ PUEDEN HACER LOS CIUDADANOS?
Washington Alemán afirma que el mejor sistema sanitario es el de un hospital que no tiene pacientes. “Hay que apuntar a hacer políticas públicas de prevención (…) hay que volvernos ecologistas no por moda, sino por necesidad biológica, porque el mundo lo necesita”, asevera.
Indica que un solo vector, como el Aedes agypti, puede causar alrededor de cinco enfermedades de las más conocidas. “No hay que luchar contra la enfermedad, sino contra el mosquito vector que también afecta a los animales. Las mascotas tienen enfermedades que en algún momento pueden saltar al ser humano”, señala.
Eliana Molineros menciona que se debe promover el respeto a los animales, pero no humanizarlos. “Esta cercanía indiscriminada con los animales no es sana. Si se tiene presente el respeto al ser viviente, a su naturaleza, posiblemente se podrían eliminar muchas enfermedades potenciales”.
Un aspecto que reforzaron todos los panelistas es el trabajo en comunidad. Andrea Orellana ha trabajado con comunidades indígenas, específicamente con madres quichuas en Tena, para capacitarlas y fomentar en ellas buenos hábitos de salud, que luego puedan compartir con otras personas cercanas. “Todo genera una marca en el ADN que va a repercutir en nuestra salud”, explica.
Por su parte, Washington Cárdenas, afirma que su comunidad son los estudiantes en quienes fomenta el cuidado y amor por la naturaleza. “Muchos insumos que se utilizan en medicina salen de la naturaleza, si no la cuidamos se puede incluso después perder algún medicamento o vacuna para toda la vida”, expresa.
El evento culminó con un brindis a cargo del vicerrector de I+D+i, Carlos Monsalve, donde destacó que una de las motivaciones para desarrollar el programa de Chela Científica fue leer en una importante revista internacional que Ecuador aparece entre los países donde hay gran cantidad de escépticos de la ciencia.
“Solo el ocho por ciento de nuestra población cree en la ciencia y Ecuador está entre los 30 países del mundo donde las políticas públicas y las decisiones de los políticos nunca son tomadas con base en la ciencia”, dijo, a la vez que señaló que como ESPOL se están preparando nuevos proyectos de divulgación científica para el próximo año.