Ver documentales sobre animales es uno de los recuerdos que tiene de su infancia la estudiante de la carrera de Biología de la ESPOL, María Mercedes Gómez. Ella se convirtió en la ganadora de una beca para un programa de pasantías en el reconocido Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) que tiene una sede en Panamá. En el proceso participaron 140 aplicantes de 19 países.
María Mercedes recuerda que tenía apenas dos años de edad cuando, sentada frente al televisor, veía programas en los que quedaba fascinada con el mundo animal y la naturaleza que los rodeaba.
“Llevaba animales heridos a la casa y se los mostraba a mi mamá. Recogía animalitos como iguanas, orugas, pájaros, que luego soltaba. Cuando iba a la playa me gustaba buscar caracoles (…)”, comenta.
Su deseo desde niña, asegura, es convertirse en paleontóloga algún día; y al investigar más sobre esta rama, analizó y tomó la decisión de estudiar la carrera de Biología en la ESPOL. Una profesión que —asegura— la acerca más al sueño de especializarse en temas de paleontología.
“Escogí a la ESPOL por su proyección internacional, por muchos proyectos que salen de aquí en colaboración con otras universidades. Entré a Biología y me encanta y, más adelante, quiero especializarme en algo relacionado con la Paleontología”, menciona mientras se hace evidente —en sus ojos— la alegría que le produce hablar sobre aquello.
PARTICIPACIÓN EN UN PROYECTO DE CONSERVACIÓN ECOLÓGICA
Su pasión se vio reflejada en la carta de motivación que escribió a una de las investigadoras del STRI, Erin Dillon, para manifestarle su interés en participar en un proyecto de reconstrucción ecológica a partir del estudio de fósiles de tiburones que estaba impulsando el STRI. Luego de mantener el contacto por un par de meses, recibió la buena noticia de haber sido elegida como pasante.
El proyecto consiste en estudiar y comparar cómo han cambiado las poblaciones de tiburones, a partir del estudio de los fósiles de sus escamas, para conocer qué tan grave es la pérdida de estas poblaciones de tiburones y qué tan urgentes y drásticas deben ser las medidas a tomar.
“Este estudio es relevante para el equilibrio del ecosistema y temas de conservación; si hay menos tiburones se ve afectada la pesca, pues al no haber suficientes tiburones los peces crecen sin control, se acaban todo el alimento y los peces mueren también. Si se acaban los tiburones, nos podríamos quedar sin peces”, explica María Mercedes.
Aunque indica que nunca imaginó ser parte de un proyecto de un instituto de tanto renombre que recibe a estudiantes e investigadores de universidades como Berkeley, Universidad de Hong Kong, Yale, Harvard entre otras, siempre soñó en grande. “Lo peor que podía pasar era que al intentarlo me digan que no”, asegura.
Previamente, realizó sus prácticas preprofesionales en el Parque Nacional Galápagos, donde fue parte del equipo de cuidadores de tortugas gigantes. Además, fue una destacada ayudante de laboratorio en el CIBE-ESPOL.
Si de animar a sus compañeros se trata, para que ellos también persigan sus sueños, María Mercedes comparte el siguiente mensaje: “Como politécnica me siento feliz y me alegra saber que esto puede ser un ejemplo para otros estudiantes de mi carrera. A veces podemos pensar que algo es inalcanzable, pero sí tenemos la capacidad para participar en muchos programas de este tipo”.