La ESPOL se unió al Ministerio de Salud Pública, a la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y al Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), para trabajar en conjunto y mitigar la contaminación por plomo en los alimentos que consumen los ecuatorianos.
Para esto, se firmó una carta de intención, que suma también a otras instituciones de educación superior como la Universidad Politécnica Salesiana y la Universidad Bolivariana del Ecuador.
El objetivo primordial de esta colaboración será desarrollar e implementar estrategias efectivas para prevenir y mitigar la contaminación por plomo.
La primera fase se llevará a cabo con un estudio exhaustivo para determinar la concentración de plomo en la población humana de Ecuador. Este será fundamental para comprender la magnitud del problema y guiar las acciones futuras para abordarlo de manera efectiva.
Carlos Monsalve, vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación de la ESPOL, formó parte del acto protocolario de la firma. Él destacó la colaboración entre la academia y las entidades públicas.
“Crear políticas públicas de prevención desde la ciencia y la investigación es importante. Es uno de nuestros objetivos que el trabajo de nuestros profesionales se encamine a mejorar la vida de los ecuatorianos”, dijo Carlos Monsalve.
La ESPOL aportará con sus laboratorios e investigadores en ecotoxicología y estadística, según contó el vicerrector.
En el tema estadístico, se hará un muestreo correcto de la población para poder realizar los estudios y analizar los datos a través de herramientas avanzadas. Por parte de la ecotoxicología, los expertos tomarán y analizarán las muestras para orientar técnicamente desde el aspecto de salud humana.
El tiempo de ejecución de esta carta de intención, según el acuerdo firmado, será de 15 meses. El plazo podría extenderse, de acuerdo con las necesidades del proyecto.