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La Chela Científica propuso la sinergia del Arte y la Ciencia en la recuperación del tejido social de la ciudad

Chela Científica de la ESPOL, edición 18
Tue, 09/17/2024 - 11:36

La decimoctava edición de la Chela Científica se realizó como cierre a la Ruta de la Innovación, este sábado 14 de septiembre a las 18h00 en el campus Peñas de la ESPOL. Así, el hilo conductor fueron las ideas sobre cómo unir Arte y Ciencia para recuperar el tejido social de la ciudad. 

“La fusión de Arte y Ciencia es una ecuación que nos permite desarrollar una propuesta diferente para marcar un hito hacia cómo vemos la realidad actual”, expresó Sofía Cabrera, organizadora y quien lidera el programa ESPOL Divulga, del Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación. 

Minutos antes, como preámbulo, los grupos de la ESPOL, Ballet Folclórico, Sonidos del Sol y la Rondalla, representaron investigaciones de científicos de la Politécnica del Litoral en fragmentos de música y danza: El piquijuye y El camarón, basados en trabajos sobre la prevención ante la cultura de la automedicación; dispositivos de banda ancha para el control de distanciamiento social e Inmuno modulador anti-vibrio para el cuidado de salud del camarón.

El grupo de panelistas de la Chela Científica estuvo integrado por: 

  • María Luisa Granda, decana de ESPAE.
  • María José Icaza, directora de Vinculación con la Sociedad de la Universidad de las Artes.
  • Javier Alvarado, director ejecutivo Fundación Telefónica Movistar Ecuador.
  • Manuel Macías, director del Observatorio de Políticas Públicas de Guayaquil y de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad de Guayaquil. 

Chela Científica de la ESPOL, edición 18

María José Icaza recordó que solo existen tres universidades de arte en Latinoamérica y recalcó la responsabilidad institucional de reflexionar sobre su rol en el contexto inmediato, que no hay que temer a la transformación socio cultural.

Habló de la necesidad de disponerse al aprendizaje como instituciones públicas, “confiar en que el conocimiento que hay en las comunidades es también necesario para la academia (...) Pensar cómo el arte, –en este caso–, puede contribuir a la transformación sociocultural, empezando por nosotros mismos en el sistema de educación superior de la mano del sistema educativo (...), ¿qué nos falta?, ¿quién nos falta?, ¿quién no está presente en la academia?, ¿qué conocimientos necesitamos?, ¿sobre qué conocimiento necesitamos hablar? (...)”.

María Luisa Granda puso como ejemplo el concepto de Smart Cities, aunque precisó que no puede haber una ciudad inteligente “si no se piensa en la infancia, en la desnutrición, en la desigualdad social, en la educación, en la seguridad… Creo que ese concepto tiene que ser trasladado al lugar donde estamos y pensar que Guayaquil sí puede ser una ciudad inteligente, con todo este abordaje”. 

Por su parte, Javier Alvarado, recalcó en la necesidad de estar dispuestos a aprender permanentemente y a entender, “para lo que es importante saber escuchar empáticamente cuáles son esas necesidades y esos dolores profundos… Nuestro rol en la academia, en las artes, en la empresa privada, en las organizaciones sociales, en el barrio, en la familia es ayudarnos a construirnos como seres humanos, como personas, que estemos interesados en ir más allá de nuestro propio yo… sino en trascender a través del servicio, de hacer algo por los demás”.

“Necesitamos enamorarnos más de un propósito de trascendencia como seres humanos desde el espacio en el que estemos”, recalcó. 

Finalmente, Manuel Macías concluyó que la transformación sociocultural es posible con trabajo y manteniendo la esperanza.  “(...) Medellín estaba hecha pedazos y en 30 años ha cambiado. Si ellos pudieron, nosotros podemos, solo tenemos que dar lo mejor de nosotros desde nuestros recursos, desde nuestra capacidad, desde nuestras instituciones y, en ese sentido, hay que confiar, hay que tener esperanza porque sí es posible”, finalizó.

La decimoctava Chela Científica salió de su espacio habitual para dar un cierre pertinente a las actividades artísticas, científicas y de emprendimiento que se tomaron el centro de Guayaquil durante la Primera Ruta de la Innovación, organizada por ESPOL, ESPAE y la Universidad de las Artes, y que sorprendieron de la mejor manera a familias y visitantes del sector.