Demostraron que se puede producir aquí -en Ecuador- utilizando cáscara de Cacao, algo que la industria desecha casi totalmente. Angélica Vélez e Ivanna Villaseca, estudiantes de la ESPOL, elaboraron pectina, un aditivo importado desde otros países para utilizarlo en productos como la mermelada y la gelatina.
Con esta propuesta, las estudiantes politécnicas obtuvieron el primer lugar del Reto IAL, un certamen organizado por la ESPOL, a través de su carrera de Ingeniería en Alimentos, y la empresa comercializadora de camarón Escavi.
Durante su presentación, Vélez y Villaseca explicaron solo en los últimos 2 años la industria alimentaria nacional importó aproximadamente 38 toneladas de pectina, representando un egreso de alrededor de 1 millón de dólares.
Además, las estudiantes politécnicas explicaron que importar este producto tiene varias desventajas. Por ejemplo, detallaron, se incurre en tiempos de espera, pago de impuestos y -sobretodo- se afecta el medio ambiente debido al gasto de combustible y emanación de gases contaminantes por parte de los medios de transporte que traen la pectina desde el exterior.
El Reto IAL inició en junio del año 2019, cuando se presentó el certamen dirigido a estudiantes universitarios, a quienes se desafió a utilizar residuos de la industria alimentaria para elaborar aditivos y evaluar cuán factible es aplicarlos en productos alimenticios procesados.
Asimismo, los proyectos presentados por los estudiantes debían ser innovadores y satisfacer los tres pilares de la sostenibilidad, es decir, generar beneficios económicos, sociales y ambientales.
El certamen finalizó el 17 de enero del año en curso, cuando un jurado compuesto por representantes de la industria alimentaria nacional, de la Academia, del Grupo de Sostenibilidad de la ESPOL y del Centro de Emprendimiento e Innovación declararon ganadora a la propuesta “Extracción de Pectina a partir de cascarilla de Cacao”, presentada por Vélez y Villaseca.
Como premio, las estudiantes politécnicas podrán asistir, con todos los gastos pagados, a la feria de alimentos más grande del mundo: IFT Annual Event, que se realizará del 12 al 15 de julio en la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
Durante su intervención en la final del Reto IAL, el vicerrector de la ESPOL, Paúl Herrera, explicó que este tipo de eventos representan espacios para que los estudiantes proyecten sus carreras, demostrando que pueden agregar valor a las empresas y a la sociedad.
Para el decano de la Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la Producción, Ángel Ramírez, un aspecto destacable de la segunda edición del Reto IAL fue la participación de estudiantes de la ESPOL y de la Universidad del Azuay, y expresó su deseo de que en próximos años se integren alumnos de más universidades del Ecuador.
Finalmente, la representante de Escavi, Victoria Coello, explicó que el Reto IAL nació como una respuesta a interrogantes como ¿De qué forma podemos incentivar a los estudiantes a aplicar la teoría a experimentos que contribuyan a la industria y al desarrollo de procesos sostenibles?
Asimismo, felicitó a los participantes, asegurando que las propuestas que desarrollaron son un claro ejemplo de cómo los estudiantes universitarios pueden aportar a la industria alimentaria.
Proyectos finalistas
Además del proyecto ganador, durante la final del Reto IAL se presentaron también tres propuestas desarrolladas por estudiantes de la ESPOL y de la Universidad del Azuay.
Compuestos fenólicos a partir de la borra del Café
Luego del filtrar el Café, queda un residuo conocido como borra, el que casi siempre es arrojado al tacho de basura.
Con este contexto, los estudiantes de la Universidad del Azuay, Andrés Riera y Antonio Campoverde, presentaron un proyecto consistente en extraer compuestos fenólicos de la borra del Café molido.
Este aditivo, sostienen los estudiantes, podría utilizarse en postres fríos, extendiendo la vida útil de estos productos y enriqueciéndolos con agentes bioactivos.
Agente emulsionante a partir de un hidrolizado obtenido de vísceras de Atún
Actualmente, en la industria atunera, las vísceras son destinadas a la elaboración de alimentos balanceados para animales.
Con el objetivo de revalorizar este insumo, los estudiantes de la ESPOL, Fanny Yépez y Sergio Laprea, evaluaron el contenido protéico y las características funcionales de este residuo, y lo utilizaron para elaborar un agente emulsionante, aditivo ampliamente utilizado en la industria cárnica y de embutidos.
Colorante a partir de residuos de la producción de Café
Aunque en algunos casos se utilizan como abono, los residuos de la producción del Café son generalmente desechados. Sin embargo, las estudiantes de la ESPOL, Iana Cruz y Romina Jama, utilizaron la borra y la cascarilla para generar un colorante que puede emplearse en cualquier producto alimenticio.
La idea de su proyecto, aseguraron las politécnicas, es demostrar cuán fácilmente podríamos encontrar sustitutos más ecológicos para un sinnúmero de productos que utilizamos a grandes escalas.