La cerveza ha estado siempre atada a la historia de la humanidad. Y sobre su origen existen varias hipótesis, ya que en todas las sociedades se han encontrado vestigios de bebidas fermentadas.
Sin embargo, todas las historias coinciden en que su descubrimiento se dio por error, cuando un cereal o pan se fermentó y alguien descubrió que podía beber ese fermento.
A partir de ese momento la producción de la cerveza ha beneficiado a la humanidad.
En el antiguo Egipto, la necesidad de cebada para hacer esta bebida hizo que esa sociedad piense en el cultivo industrial de ese cereal. Es decir, se dio paso al desarrollo agroindustrial.
Otro ejemplo se da en 1876, cuando el químico francés Louis Pasteur descubrió que la fermentación era producida por microorganismos.
Es decir, la industria cervecera implica el desarrollo de cultivo de microorganismos. Actualmente, gracias a este tipo de estrategias, se utiliza microorganismos para elaborar medicinas.
Todo esto es parte de lo que se explicó en el evento Chela Científica, organizado por la ESPOL a través de su Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i).
La Chela Científica contó con el auspicio de Cervecería Nacional y POP UP Teatro Café, donde alrededor de un centenar de personas se dieron cita para conocer sobre la ciencia detrás de la cerveza.
El evento arrancó con las palabras de agradecimiento de Carlos Monsalve, vicerrector de I+D+i, a todos los presentes. Él explicó que esta iniciativa forma parte de ESPOL Divulga, el Plan de divulgación científica de la ESPOL, cuyo objetivo es llevar la ciencia, la tecnología y la innovación a la ciudadanía, en ambientes informales y utilizando un lenguaje atractivo para el público en general.
Durante su intervención, la rectora Cecilia Paredes señaló que el plan de Divulgación Científica de la ESPOL va tomando fuerza, acercando más a los investigadores con la ciudadanía.
“Tenemos mucho por compartir, y esto demuestra que hay un espacio para poder hacerlo”, culminó.
Divulgadores
El evento contó con la conducción de Sofía Cabrera, coordinadora de Divulgación Científica del Vicerrectorado de I+D+i, quien aportó información como de que, en la Edad media, al no contar con agua potable, se prefería consumir cerveza.
Sofía estuvo acompañada por:
- Diana Carvajal, profesora e investigadora de la carrera de Nutrición y Dietética, de la Facultad de Ciencias de la Vida.
- Jonathan Coronel, profesor e investigador del Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador y de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Facultad de Ingeniería en Mecánica y Ciencias de la Producción.
- Moisés Bajaña, maestro cervecero de Cervecería Nacional.
- Camilo Ramírez, analista del Laboratorio de Operaciones Unitarias de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas.
Entre la información explicada por los expertos que conformaron el panel se puede mencionar que la cerveza se produce a partir de 5 insumos: arroz, malta de cebada, lúpulos, levadura y agua; que esta bebida contiene prebióticos y probióticos que pueden beneficiar la salud, siempre que se la consuma con moderación; que en Ecuador los primeros en producir cerveza fueron los curas franciscanos; y que en ESPOL se implementaron proyectos transversales para caracterizar y aprovechar los afrechos cerveceros.
Próxima Chela Científica
Se prevé que la siguiente Chela Científica se realice el martes 21 de marzo y que aborde el tema de la Biodiversidad en Guayaquil.
Sofía Cabrera explicó que durante esta segunda edición se dialogará también sobre la participación de Guayaquil, por primera vez, en el City Nature Challege, una competencia a nivel mundial en la que alrededor de 250 ciudades registran fotográficamente la biodiversidad de sus urbes.
Anteriormente han participado ciudades cono Tena y Quito, que obtuvieron el primer lugar en registro de biodiversidad per cápita.