Dos investigadoras de la ESPOL formaron parte de las 11 mujeres científicas ecuatorianas que fueron reconocidas durante el lanzamiento del programa Atenea, impulsado por la Senescyt, con el que se busca reducir las brechas de género en la ciencia, tecnología e innovación.
Katherine Chiluiza y María Alejandra Ruano, forman parte de este selecto grupo, que completaron otras científicas de la Universidad San Francisco de Quito, Universidad Politécnica Salesiana de Cuenca, Pontificia Universidad Católica de Quito, entre otras.
La ESPOL se presentó como una institución aliada para articular y realizar diferentes acciones que reduzcan la brecha de género en el país. El lanzamiento del programa Atenea se realizó precisamente en el edificio STEM del campus Gustavo Galindo Velasco.
La rectora de la ESPOL, Cecilia Paredes, y la vicerrectora de Docencia, Paola Romero, dieron la bienvenida en este evento, que reunió a miembros de toda la comunidad politécnica, así como autoridades del Gobierno Central.
Ana Changuín, secretaria de Senescyt, encabezó la mesa directiva, junto a Claudia Segovia, fundadora y coordinadora de la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (REMCI).
“Con este programa queremos construir puentes en materia de investigación, desarrollo y transferencia de tecnología. Queremos desenvolvernos en la ciencia con igualdad”, dijo Ana Changuín.
Como parte del lanzamiento de esta iniciativa, se entregaron reconocimientos a científicas que aportan en distintas ramas:
- Artes y Humanidades: Sofía Zaragozcin (USFQ) y Katherine Chiluiza (ESPOL).
- Ingeniería y Tecnología: Mariela Cerrada (UPS Cuenca) y Griselda Herrera (UPSE).
- Ciencias de la Vida y Medicina: Katherine Simbaña (PUCE) y Martha Yépez (USFQ).
- Ciencias Naturales: Patricia Mothes (EPN) y María Cristina Peñuela (IKIAM).
- Ciencias Sociales y Administrativas: María Alejandra Ruano (ESPOL) y Sara Álvarez (IKIAM).
Durante el evento, se mencionó la importancia de generar espacios de participación femenina, además de que esta es una lucha que no solo atañe a las universidades sino a la sociedad en general.
Además de esta iniciativa, que se consolida como una política pública para reducir la desigualdad de género, durante el evento se enfatizó en la importancia de eliminar estas brechas con educación en edades tempranas, desde hogares, escuelas y colegios.