Expertos politécnicos y del sector privado compartieron un viaje épico a través del universo de la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data, con el público que este 29 de agosto asistió a la séptima Chela Científica organizada por ESPOL Divulga, plan de Divulgación Científica de la ESPOL.
Desde la tarima del teatro Pop Up, y acompañados de una refrescante cerveza con los asistentes, los panelistas invitados dialogaron y compartieron sus experiencias sobre la Inteligencia Artificial y el Big Data, como parte de una conversación amena en un espacio informal.
Bajo la moderación de Sofía Cabrera, divulgadora científica, se abordaron temas como la investigación científica en el desarrollo de aplicaciones de IA, análisis de datos, impacto, privacidad, seguridad, entre otros.
El panel estuvo conformado por:
- Carmen Vaca, decana de grado de la ESPOL.
- Enrique Peláez, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación de la ESPOL.
- Purificación Galindo, directora del Centro de Estudios e Investigaciones Estadísticas (CEIE) de la ESPOL y catedrática en la Universidad de Salamanca (España).
- John Granado, gerente de Gobierno de Información y Analítica del Banco Guayaquil.
El evento abrió con las palabras de bienvenida que estuvo a cargo de la vicerrectora subrogante de I+D+i, Adriana Santos.
Para iniciar la conversación y definir lo que es la IA, Carmen Vaca mencionó que esta busca que las máquinas puedan hacer tareas que inicialmente solo eran posibles con la inteligencia humana. “Esa inteligencia que se busca emular es una inteligencia que se consigue a través de un montón de algoritmos, técnicas que algunas de ellas se inspiran en la naturaleza. Nuestro cerebro es lo que inspiró lo que ahora es una de las técnicas más utilizadas, que es el Depp Learning”, dijo.
Enrique Peláez acotó que es importante pensar también en lo que no es la IA. “No es un simulador de sentimientos o emociones. La IA no entiende el concepto de las palabras o símbolos, lo que hace es reproducir algo que aprendieron de un ejemplo”, señaló, y dijo que cuando se habla de aplicaciones, es eficaz en términos de extraer conocimiento desde estos símbolos.
Dijo que hoy está en boga por la interacción de manera natural. “No es que entienden el significado de las palabras, ni la moral, ni la ética, sino que reproducen algo tomando ejemplos de donde fueron entrenados”.
Mencionó, además, que donde ha habido un impacto fundamental es en áreas como Medicina, Transporte (autos autónomos) y Logística.
John Granado destacó que hoy es más accesible incorporar la IA en el ámbito empresarial. “El verdadero reto es enfocarse en lo que queremos resolver y focalizar el esfuerzo (…) se vuelve un rol importante y los científicos de datos, al ser escasos, se vuelven demandados. Es una oportunidad para las nuevas generaciones que puedan prepararse en estos temas”.
Al definir la IA, Purificación Galindo dijo que está convencida de que no hay una única definición, sino que depende del especialista que la hace. “Definiría la IA como la inteligencia natural porque si no hay alguien detrás de la creación de estos algoritmos, la IA no existiría. Estoy de acuerdo con que la IA no es estadística, pero sin un buen análisis estadístico no va a servir para mucho”, mencionó al enfatizar que se deben trabajar bien esos datos que son masivos y muchas veces problemáticos.
Entre los muchos temas que se abordaron durante la Chela, los panelistas mencionaron ejemplos de cómo la IA permite descubrir mediante la huella digital de las personas, la dinámica de una ciudad y el comportamiento de sus ciudadanos, con componentes que se toman de las redes sociales como la ubicación y el tiempo.
En la banca se pueden tener métricas de bancarización, de consumo de tarjetas de crédito y desde las organizaciones se puede encontrar el valor intrínseco de sus negocios mediante la data.
En el ámbito de políticas públicas, mencionaron que las cámaras de videovigilancia podrían ayudar a predecir comportamientos y establecer hábitos de las personas, para prevención; mientras que en el ámbito de compras públicas se podrían detectar anomalías.
Como reflexiones finales, se mencionó que cuando algo se desconoce se teme; que la IA no viene a sustituir a los seres humanos, pero quienes sepan de IA tendrán una ventaja frente a otros profesionales. Por eso, se reiteró que el desafío está en que la IA sea parte de una cultura en las organizaciones, crear más repositorios de data abiertos; y la educación en estas tecnologías, ya no como una especialización sino de forma transversal a todas las actividades.
La próxima edición de la Chela Científica se realizará el último martes de septiembre y se abordará el tema “Educación y tecnología”.