Cada año, el 26 de abril, se celebra la creatividad humana, la inteligencia y la imaginación puesta en acción. En esta fecha se conmemora el Día Mundial de la Propiedad Intelectual.
Según la definición de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), “la propiedad intelectual (PI) se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio”.
Los derechos de autor, patentes, marcas, diseños industriales, indicaciones geográficas y secretos comerciales son tipos de propiedad intelectual, mediante los cuales el trabajo de sus creadores es reconocido, forma parte de un catálogo y esto permite obtener beneficios económicos.
Este año, la OMPI celebra esta fecha bajo el lema “Las mujeres y la PI: Acelerar la innovación y la creatividad” y la ESPOL se une a este homenaje, compartiendo las contribuciones que algunas de las profesoras e investigadoras de la Politécnica del Litoral han realizado a la sociedad, a través de activos protegidos por el sistema de propiedad intelectual (PI).
La profesora e investigadora del Centro de Investigaciones Biotecnológicas del Ecuador (CIBE), de la Facultad de Ciencias de la Vida (FCV), y de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas (FCNM), Patricia Manzano, registró el secreto industrial de la bebida energética natural Alliyay Té, desarrollada por investigadores del CIBE. El nombre Alliyay Té significa en quechua “salud” y se obtiene a partir de la mezcla optimizada de tres especies de plantas, una de ellas, un residuo agroindustrial.
Alliyay Té es el resultado de más de 15 años de investigación. Patricia Manzano, quien lideró esta iniciativa, considera que el registro de sus creaciones permite ganar el respeto de la comunidad científica y contribuye a que el trabajo de los investigadores (hombres y mujeres) sea valorado.
Otra profesora e investigadora del CIBE y la FCV, Nardy Diez, coincide con esta visión. “Creo que la protección de las creaciones intelectuales es importante para cualquier género, pero pienso que para las mujeres es un gran logro observar cómo el desarrollo de nuestras ideas y conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra vida profesional, y muchas veces combinado con nuestro rol de madres y esposas, pueden llegar a convertirse en productos de utilidad para la sociedad”, afirmó.
Nardy Diez ha realizado una transferencia a una empresa de un secreto industrial, proceso biotecnológico de extracción de proteínas de origen vegetal. Adicionalmente, también protegió una invención que puede ser utilizada por la industria textil.
La profesora e investigadora del Centro Nacional de Acuicultura e Investigaciones Marinas (CENAIM) y de la FCV, Jenny Rodríguez, actualmente está en un proceso de patente para un polisacárido de origen vegetal que tiene propiedades inmunoestimulantes. Este polisacárido incrementa la respuesta inmune del camarón y su supervivencia ante desafíos con la bacteria patógena Vibrio parahaemoluticus.
Para la investigadora, dar el paso para proteger su trabajo le ha dado valor para visibilizar su aplicación práctica. “Las creaciones no se quedan en artículos científicos difundidos únicamente en el mundo académico, sino que tienen aplicaciones prácticas, útiles para la producción camaronera, en este caso”, aseveró.
La decana de grado de la ESPOL, Carmen Vaca, es otro ejemplo de quienes buscan proteger su trabajo. Ella ha tenido dos experiencias en relación con el sistema de propiedad intelectual (PI). La primera está relacionada con los resultados de una investigación que fue incorporada en su tesis doctoral, un algoritmo para que en una ciudad, de acuerdo a las etiquetas que las personas han utilizado en las redes sociales, se pueda determinar cuáles son los diversos sectores funcionales del lugar, como hoteles, escuelas, etc.
Su segundo acercamiento con el sistema PI fue como parte de la iniciativa “Coding Bootcamps ESPOL”, un proyecto que busca reducir la brecha que existe actualmente en países de Latinoamérica de personas cualificadas para desarrollar roles en áreas de tecnología.
“Si no proteges tu trabajo, cuando quieres transferirlo a la industria, una empresa podría apropiarse de esos resultados y dejar fuera al investigador. No hay que protegerlo solo desde el punto de vista económico, sino que cuando propones un resultado, a partir de ahí puedes seguir haciendo investigación para seguirlo mejorando”, mencionó Carmen Vaca.
En conmemoración a esta fecha, la ESPOL te invita a unirte a un evento virtual que reunirá a diferentes expertas que son referentes internacionales en temas de PI, quienes visibilizarán su impacto, hablarán sobre su importancia para el desarrollo económico, la competitividad de las empresas y el bienestar de la sociedad.
Fecha: miércoles 26 de abril.
Hora: 10h00.
Regístrate aquí: https://www.espol.edu.ec/es/mujeres-que-cambian-las-reglas-del-juego