En los laboratorios de la ESPOL, la profesora Alba Calles lidera una investigación sobre la producción de larvas de cangrejo rojo de manglar (Ucides occidentalis), algo que nunca se había estudiado en Sudamérica, y cuyos resultados podrían servir para la conservación de esta especie, e incluso para su producción sostenible por actores comunitarios o privados.
El estudio empezó en enero del 2022 con la recolección de cangrejos hembra con huevecillos ya fecundados, es decir, hembras ovadas.
Estos ejemplares fueron recolectados en el Golfo de Guayaquil, por cangrejeros de la comuna Puerto Roma, en compañía de estudiantes de la ESPOL.
Luego, fueron trasladados al Laboratorio de Bentos, ubicado en la Facultad de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar (FIMCM - ESPOL), en Guayaquil.
En este lugar se les realizó un control biométrico (mediciones de las estructuras morfológicas de los organismos).
Después, se los ubicó en sistemas de cultivo artificiales que simulan las mismas condiciones de sus madrigueras en el manglar, manteniendo una oxigenación controlada y dándoles horas de luz y de oscuridad adecuadas para evitar sobrexposición junto con alimento fresco como por ejemplo hojas de mangle.
Se realizó un monitoreo ininterrumpido a través de cámaras que se complementa con controles físicos cada 48 horas.
Con base en esto se determinó que cada 2 días se produce un cambio embrionario en los estadios de cangrejo.
También se identificó la presencia de 159 313 huevos en una de las hembras de Ucides occidentalis. Alba Calles explicó que uno de los fines de esta investigación es que, de esa cantidad, desoven más del 90 %. “En la naturaleza eso no se da por diferentes motivos, principalmente por protozoarios que infectan el sistema de cultivo y otros agentes patógenos”, señaló.
En otra etapa del estudio, luego de la veda (1 de febrero al 2 de marzo) se realizó una nueva recolección de hembras de cangrejo en el Golfo de Guayaquil. Un mes después de esto se constató que las larvas de cangrejo ya habían salido de la masa ovígera.
Estas larvas fueron ubicadas en 3 sistemas, adecuando las condiciones naturales en el laboratorio para determinar la influencia de la intensidad de luz en la supervivencia y tasa de desarrollo larvario de Ucides occidentalis.
Al finalizar los experimentos las hembras de cangrejo fueron retornadas a los sitios de recolección en el Golfo de Guayaquil.
Presentación de resultados
Los resultados de esta investigación fueron presentados en el campus Gustavo Galindo Velasco de la ESPOL, con la presencia del vicealcalde de Guayaquil, Josué Sánchez, y recolectores de cangrejo de la Asociación 21 de mayo, de la comunidad de Puerto Roma.
Durante este evento, el decano de la FIMCM, Alejandro Chanabá, agradeció a los cangrejeros representados por el Sr. Carlos Ramírez y Christian Jordán (Presidente y secretario asociaciacion 21 mayo, respectivamente) por su colaboración en este proyecto, acompañando a los estudiantes de Acuicultura (Leandro Parrales, Jaime Cuadrado) e investigadores de la ESPOL, y también por compartir todo el conocimiento ancestral que tienen sobre las condiciones de el ciclo de vida y recolección del cangrejo rojo del manglar.
ESPOL, años de trabajo en el Golfo de Guayaquil
En su intervención, la catedrática Alba Calles recordó que desde el año 2017 la ESPOL ha contribuido al fortalecimiento acuícola del Golfo de Guayaquil, a través de varios proyectos.
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Asimismo, destacó al proyecto MANCRAB ─Community Based Managment as Strategies to red crab recovery Ucides occidentalis in the Gulf of Guayaquil─ con el que empezó la perspectiva de proteger al cangrejo y su hábitat.
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