Este 14 de diciembre se inauguró, en el campus politécnico Gustavo Galindo Velasco, el primer Laboratorio de Investigación Bi Institucional para el control biológico de la hormiga roja de fuego “Solenopsis Geminata” en las Islas Galápagos.
Este nuevo espacio, ubicado en la Facultad de Ciencias de la Vida (FCV) de la ESPOL, nació de la necesidad de establecer un área de investigación en la región continental de Ecuador, que presente condiciones similares a las de Galápagos para evaluar potenciales controladores biológicos y su efectividad, mediante el mantenimiento y establecimiento de sus colonias.
El proyecto se enfoca en el control de la hormiga de fuego para que la fauna nativa y endémica del archipiélago no se vea afectada por esta especie invasora; contribuyendo así a la conservación de este ícono y patrimonio natural de la humanidad.
La creación de este laboratorio es parte del programa de control biológico de especies invasoras en las Islas Galápagos, en el que participa la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, ESPOCH; y que cuenta, además, con el apoyo de instituciones de alto nivel como la Fundación Charles Darwin; el Parque Nacional Galápagos; el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, USDA; University of Florida; University of Ghent; University of Texas; y University of North Carolina Asheville.
“La ESPOCH tiene varios años realizando investigaciones en las Islas Galápagos relacionadas con plagas invasivas y era necesario contar con un área de similares condiciones para la búsqueda de nuevas especies de controladores biológicos para la hormiga roja de fuego”, mencionó Lisbeth Espinoza, profesora investigadora de la FCV.
Expresó que espera que, dentro de los próximos años, este grupo de investigación conformando por ella; por el director del proyecto, Henri Herrera (ESPOCH); Jenny Gavilanes (Universidad de la Florida – ESPOCH), así como por otros investigadores, estudiantes y voluntarios de varias instituciones, llegue a convertirse en un referente de control biológico para las Islas Galápagos. Esto “al generar soluciones y conocimiento útil para la comunidad científica y para la conservación de este patrimonio natural de la humanidad”, afirmó.
El investigador de la ESPOCH, Henri Herrera, hizo una breve presentación sobre las investigaciones que han venido realizando y explicó cómo ha sido el proceso para la creación del laboratorio y por qué ha sido tan importante este paso.
La hormiga roja de fuego es una especie invasiva en las islas Galápagos que causa daños a la fauna silvestre y a las actividades agrícolas de las islas. Se pueden llegar a alimentar de los pichones de pinzones y tortugas, además de interferir en la cosecha de los cultivos y de los productores.
“Hacemos ciencia para la conservación de uno de los conjuntos de islas más importantes en el mundo, pues constituyen un espacio único para la formación de varias especies”, mencionó Henri Herrera.
A sus palabras se sumaron las de Pablo Vanegas, vicerrector de la ESPOCH, quien destacó el impacto que tiene este proyecto y ratificó el apoyo por parte de la institución a la que representa.
“Es un proyecto con gran impacto para Galápagos y eso implica que se convierte también en un impacto a nivel mundial, se trata de investigación de alto nivel que involucra cooperación extranjera (…) esto nos permite demostrar que aquí tenemos capacidad para generar ciencia y tecnología”, enfatizó el representante de la ESPOCH.
El vicerrector de I+D+i de la ESPOL, Carlos Monsalve, expresó estar muy complacido con este importante paso que está alineado a la misión de la ESPOL de servir al país y aportar con soluciones a problemas sociales y de tipo productivo. “Qué mejor forma de hacerlo que trabajando en un proyecto de investigación que se orienta a controlar biológicamente una especie invasora que pone en riesgo la belleza de nuestras Islas Galápagos”.
Además, dijo estar muy complacido de que este laboratorio sea una cooperación “entre dos instituciones amigas” y que aporta también al propósito de articular la investigación con la docencia.
Como parte del evento de inauguración, representantes y autoridades de la ESPOL y la ESPOCH recorrieron el área donde está ubicado el nuevo laboratorio y conocieron el trabajo que se ha venido desarrollando con el aporte de estudiantes de la carrera de Biología de la FCV. La investigadora Jenny Gavilánez dirigió la exposición, junto con otros investigadores y los estudiantes.
Mostraron un sistema de cría a pequeña escala de especies como la polilla de la cera, grillos, dos especies de escarabajo, moscas decapitadoras y hormigas de fuego, como parte del proceso para evaluar diferentes controladores biológicos y su efectividad, antes de ser introducidos y evaluados en las Islas.
La rectora de la ESPOL, Cecilia Paredes, realizó el corte de cinta junto con el vicerrector de la ESPOCH, Pablo Vanegas. Señaló que este proyecto es un ejemplo de esas buenas prácticas que se deben comunicar, al contar con la gestión e involucramiento de estudiantes e investigadores de varias universidades. “Este es un ejemplo de que aquí no competimos (…) es un ejemplo para la Educación Superior. Gracias a nuestros investigadores que tienen una gran pasión”, resaltó Cecilia Paredes.
CARACTERÍSTICAS DEL LABORATORIO
El nuevo laboratorio está equipado con 4 cajas de ataque, que servirán para las pruebas de parasitación entre la especie a controlar y los agentes de control biológico, incubadoras para el desarrollo de los parasitoides (moscas decapitadoras) y materiales necesarios para la investigación sobre el control biológico de la hormiga de fuego tropical.
Se realizarán los estudios de parasitación y preferencia entre la hormiga de fuego tropical (S. geminata) y las moscas decapitadoras del género Pseudacteon (agentes de control biológico), además de otras pruebas relacionadas con el manejo integrado de plagas para controlar las poblaciones de la hormiga de fuego en Galápagos.
Este laboratorio representa para la ESPOL y para la Facultad de Ciencias de la Vida una oportunidad para desarrollar trabajos en conjunto con otros profesionales, en un área de gran importancia en términos de biología y biodiversidad como son las Islas Galápagos. El espacio podrá ser utilizado por los investigadores y técnicos nacionales e internacionales relacionados en el proyecto, así como por estudiantes de grado y postgrado de las instituciones y universidades que realizan ayudantías, pasantías y tesis en el tema.