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Iniciativa de ESPOL para conservar un ave que es insigne para Guayaquil, pero no se conoce mucho de ella

Mié, 20/01/2021 - 08:48

Para algunos es parte del paisaje urbano y quizás puedan no haberse percatado de su existencia; otros las habrán visto o escuchado cuando llegan o salen en bandada de la copa de algún árbol; incluso, hay quienes las tendrán prisioneras en una jaula.

Lo cierto es que la Aratinga de Guayaquil lleva en su nombre a nuestra ciudad, es un ave endémica en toda la extensa región tumbesina, que comprende desde el extremo sur de Esmeraldas, en Ecuador, hasta el sur de Lima, en Perú. 

Es un símbolo de Guayaquil, del cual no se conoce mucho. También es una especie amenazada por la deforestación y el tráfico ilegal de especies silvestres, que la han llevado a lugares lejanos de su hábitat como Hawái, Madrid o ciudades de Alemania.

En este sentido, un equipo de politécnicos se propuso aportar al estudio y conservación de esta ave de plumaje verde y máscara roja -en edad adulta-. La idea nació hace dos años en el laboratorio de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Vida, de ESPOL, cuando el profesor Paolo Piedrahita y el entonces estudiante de Biología Josué Vizhñay iniciaron el estudio de aves que habitan en parques y áreas verdes de Guayaquil.

El año anterior, Josué Vizhñay lo convirtió en su proyecto de titulación, enfocó la investigación en la Aratinga de Guayaquil y decidió involucrar a la ciudadanía como un aporte y complemento al estudio de la historia natural de la especie y al trabajo científico.

“Esta iniciativa busca que exista un acercamiento de las personas con la ciencia, específicamente con un ave llamativa, que se la puede ver en la ciudad y permite que quienes no tienen ningún interés por temas ambientales, quizás, se conecten, especialmente los niños; y que las personas que ya están conectadas con estos temas, se sientan motivadas a saber que pueden colaborar con un proyecto que se crea de forma comunitaria”, comenta Josué.

Aporte ciudadano para el estudio de la Aratinga

El proyecto, llamado Conservemos a la Aratinga de Guayaquil, además recibió el aporte del profesor de la Facultad de Ingeniería en Ciencias de la Tierra, Andrés Velástegui, quien planteó la utilización de una plataforma en donde se cree un mapa de avistamientos, con base en los reportes de la ciudadanía.

Estos reportes, al ser contrastados, ayudan a determinar el comportamiento de la especie, ¿dónde y de qué se alimenta?, ¿en qué árboles descansa o se acicala?, ¿cómo se mueve?... Información útil, según añade Paolo Piedrahita para, por ejemplo, determinar qué árboles de los sembrados en la ciudad son aprovechados por la fauna silvestre, más allá de su carácter ornamental.

Para reportar un avistamiento puedes dar clic aquí.

Para promover la participación ciudadana, el equipo de la ESPOL cuenta con un formulario de avistamientos; un blog, que incluye el mapa de registros en tiempo real  e información de interés sobre esta ave; además, una cuenta de Instagram y un canal de Youtube. El último mes del año pasado, por ejemplo, organizaron un conteo navideño.

 

Rebeca Rivas, estudiante de Biología, conoció el proyecto a través de la información compartida en redes sociales y se sumó al equipo para darle continuidad; una de sus participaciones más recientes, fue en las Jornadas Nacionales de Biología, donde compartió algunos avances de esta iniciativa; por ejemplo, que la Aratinga de Guayaquil es una ave sociable que se moviliza en grupos y que se alimenta en árboles de Guayaba, Guasmo, Acacia Amarilla y Samán.

El proyecto, que también ha sido presentado en la Conferencia de Ornitología Norteamericana y en el Municipio de Guayaquil, está en marcha y requiere de que más personas registren sus avistamientos.  Un trabajo entre la comunidad y la ESPOL que aportará a la conservación de una especie que habita en nuestra ciudad y lleva su nombre.

Paolo Piedrahita concluye con esta frase para pensar: “generalmente a las especies comunes no se les presta mucha atención hasta que desaparecen o se extinguen”, y continúa, “la idea es que ahora que las tenemos con bastante facilidad de observarlas y estudiarlas, podamos comprenderlas y brindarle esta información a la comunidad”.