Con el objetivo de llevar un sustento a sus hogares, varias mujeres buscan y clasifican residuos con restos de oro, en grandes montañas de roca, denominadas escombreras, situadas en las afueras de las minas.
Esta actividad, conocida como “jancheo”, de la que dependen más de 1000 personas (90 % son mujeres) refleja una realidad socio ambiental compleja que forma parte no reconocida de las actividades vinculadas a la Minería Artesanal y de Pequeña Escala (MAPE) de oro en Ecuador.
Largas jornadas laborales, inseguridad, exposición al sol, ruido y riesgos biomecánicos son las condiciones que caracterizan este trabajo; por esta razón, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, el Ministerio de Energía y Recursos Naturales no Renovables y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, a través del Programa Nacional para la Gestión Ambientalmente Racional de Sustancias Químicas en su Ciclo de Vida y con el acompañamiento técnico y académico de la ESPOL, ponen en marcha una propuesta que busca mejorar las condiciones técnicas, ambientales y sociales de esta actividad.
La propuesta inició con la elaboración de un diagnóstico participativo en el que lideresas del cantón dieron a conocer sus intereses y principales necesidades. Posteriormente, se seleccionó dos asociaciones, conformadas por 84 participantes con las que actualmente se ha desarrollado un plan de acción en el que se incluye el fortalecimiento de capacidades relacionadas con asociatividad, proceso minero, comercialización, aspectos técnicos y legales.
Para Mishel García, técnica de Laboratorio en la ESPOL, quien participó como gestora inicial de esta propuesta y colaboró en la creación de espacios virtuales para impartir los módulos, este proyecto es una oportunidad para servir a través de los conocimientos y habilidades adquiridas en la institución.
“Sin duda alguna lo más gratificante es poder mejorar las condiciones laborales de las mujeres jancheras, por medio del trabajo conjunto de profesionales y personas colaboradoras comprometidas y motivadas”, asegura Mishel.
Un aliado estratégico para generar nuevas oportunidades
Como contraparte importante de este proyecto, Isabel Garzón, coordinadora del Programa Nacional para la Gestión Ambientalmente Adecuada de Sustancias Químicas en su Ciclo de Vida (PNGQ) del PNUD, explica que las jancheras no tienen acceso al mercado formal de suministro de mineral, puesto que no cuentan con una normativa que ampare o reconozca la actividad.
La participación de PNUD, a través del Programa de Químicos, es generar material que visibilice la problemática y de esta manera apoyar la construcción de alternativas que promuevan la igualdad de género; además de la creación de medios alternativos de vida en el sector.
De la ESPOL, destaca “el compromiso y el poder contar con un equipo multidisciplinario capaz de identificar oportunidades que permitan viabilizar alternativas conjuntas que mejoren la calidad de vida de las mujeres vinculadas al sector minero”.
Con este proyecto, la ESPOL, articula esfuerzos para aportar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) números 1 (Fin de la pobreza), 2 (Hambre cero), 3 (Salud y bienestar), 5 (Igualdad de género), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 10 (Reducción de las desigualdades) y 12 (Producción y consumo responsables).
En concordancia con los valores politécnicos, para quienes son parte de este proyecto, es gratificante trabajar muy de cerca con las comunidades, contribuyendo desde la Academia a mejorar la calidad de vida de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad.