Las últimas tendencias en energías renovables y sustentables fueron el tema central de la sexta edición de la Chela Científica, organizada por el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) de la ESPOL, la noche del 25 de julio.
Como ya es una sana costumbre, este evento, que forma parte de ESPOL Divulga, plan de Divulgación Científica de la ESPOL, se realizó el último martes del mes en el teatro café Pop Up de Urdesa y contó con el auspicio de Cervecería Nacional. El objetivo de la Chela Científica es acercar la ciencia y la tecnología a la comunidad, a través de un diálogo ameno e informal.
Carlos Monsalve, vicerrector del I+D+i de la ESPOL, dio las palabras de bienvenida al evento. “Gracias a la gente que vino y rompió el miedo (ante los actos de violencia que inquietaron a Guayaquil), vamos a celebrar a la ciudad con ciencia”, dijo.
En esta oportunidad, el panel estuvo conformado por:
- Mayken Espinoza, docente e investigador del Centro de Energías Renovables y Alternativas (CERA).
- Andrea Boero, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Ciencias de la Producción (FIMCP).
- Miguel Torres, docente, investigador y director de Postgrado y Coding Bootcamps de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Computación (FIEC).
- Oscar Suárez, gerente de Seguridad y Ambiente de Unilever.
Fue Mayken Espinoza quien abrió la charla, detallando los avances en la investigación del hidrógeno verde. Aclaró que, más que una fuente de energía como tal, esta molécula es un vector que almacena la misma.
“El hidrógeno verde está cambiando las reglas del juego energético, es una revolución que no va a parar”, dijo Mayken Espinoza. En su intervención, detalló que la investigación que se realiza en este campo pretende además abaratar los costos energéticos
En la ESPOL ya se diseñó un vehículo prototipo pequeño impulsado únicamente por hidrógeno verde. Según Espinoza, 1 kilogramo de este compuesto -a futuro- podría costar USD$ 1, y esa cantidad rendiría para que un auto realice un viaje de Guayaquil a Playas.
Andrea Boero aplaudió los avances en esta investigación y sumó al amoniaco como otro de los vectores energéticos que se investigan en el presente, para ser la apuesta del futuro.
Sin embargo, aclaró que hay que saber diferenciar la energía renovable de la sustentable. Esta última es a la que se apuesta, pues además de renovarse, es capaz de generar un impacto positivo en el ambiente.
Así mismo, Andrea Boero mencionó la importancia de equilibrar la balanza entre la generación de este tipo de energías y la demanda de la misma. “Hay que adoptar soluciones sostenibles y resilientes frente al cambio climático, asumir el reto de crear comunidades prósperas pero conscientes”, dijo.
Como complemento de esa intervención, la ESPOL trabaja en el entrenamiento de profesionales para que puedan ubicar esas energías. Así lo dijo Miguel Torres, que destacó el papel que juega la academia en la lucha por impulsar los nuevos modelos energéticos.
Miguel Torres también exhortó a la comunidad a aportar en el uso responsable de los actuales modelos energéticos. “Iniciativas como La Hora del Planeta (apagar las luces por un periodo determinado de tiempo) realmente ayuda. Juntos podemos forjar un futuro sostenible”, dijo.
El sector empresarial también juega un papel importante en este campo. Oscar Suárez, contó que una de las metas de Unilever es que sus productos sean sostenibles, mediante programas de desarrollo.
Aunque reconoció que el rédito económico es vital en la actividad comercial, compañías como Unilever buscan que este camino coincida con la reducción de la huella de carbono mediante el uso de energías alternativas.
Por eso, en conjunto con la ESPOL, organizaron el Bootcamp, en el que capacitaron a sus proveedores en el uso de nuevas tecnologías, mediante charlas y desarrollo de proyectos.