Rostros que reflejaban alegría y emoción por haber culminado una de las etapas más importantes de su vida, marcaron uno de los momentos más esperados para los jóvenes politécnicos, quienes veían que los sueños sí se pueden cumplir.
Junto a sus familiares cercanos, graduados de la promociones 2020 y 2021 de la ESPOL recibieron por parte de su Alma Máter un homenaje por su esfuerzo, dedicación, resiliencia y determinación para convertirse en profesionales con competencias y habilidades que el mundo de hoy necesita.
“Al tener este título se abren un montón de oportunidades y tengo curiosidad de saber a dónde más puedo llegar. Desde ya estoy ejerciendo mi profesión en una de las áreas que más me gusta que es el desarrollo de alimentos”.
Hernán Lapo, graduado de Ingeniería en Alimentos.
La rectora Cecilia Paredes ofreció palabras a nuestros graduados. Destacó en ellas los valores y calidad humana que caracterizan a los politécnicos, y que se hicieron aún más evidentes en el contexto de los dos últimos años.
Los alentó a seguir demostrando su capacidad para generar valor, siempre desde la empatía. “Es importante que recuerden siempre la creación de valor porque esta será el eje principal de su éxito profesional y personal (…) una parte importante en este proceso de creación de valor es su capacidad de adaptación. La pandemia nos mostró que el mundo que nos rodea puede cambiar de un momento a otro”, pronunció dirigiéndose a los flamantes profesionales.
Asimismo, exaltó el valor de los politécnicos de avanzar sin descanso para alcanzar las metas más altas, como cuando toda esta gran familia unió esfuerzos para la ayuda que, desde la ESPOL, se extendió a Guayaquil y Ecuador en la emergencia por COVID-19.
“Junto a graduados, alumnos, profesores y amigos participamos en la creación de respiradores artificiales, demostramos toda nuestra capacidad técnica y científica, pero sobre todo mostramos la calidad humana que caracteriza al politécnico… Esa calidad humana que te caracteriza a ti”, enfatizó.
“Construimos, día a día, los profesionales que somos actualmente”
Ana Paula Aguirre, graduada de la carrera de Ingeniería Industrial y quien posee el segundo mejor promedio de la ESPOL, ofreció un discurso en representación de sus compañeros, en el que compartió anécdotas de la vida estudiantil a las que se refirió como “miniguerras” que dejaron una enseñanza.
“Sin darnos cuenta, estuvimos construyendo, día a día, al profesional y a la persona que somos actualmente (…) en cada semestre cursado, nos sumergimos en el mar de conocimiento que nos compartieron las más ilustres mentes de este país”, expresó emocionada.
Al referirse a la pandemia, dijo que aunque la vida de todos cambió, los jóvenes politécnicos pudieron ponerse de pie y darlo todo para seguir viviendo su experiencia universitaria, porque “eso es algo que nadie ni nada les podía arrebatar”.
“Agradezco a los maestros y compañeros que tuve porque entre todos nos ayudábamos en la Facultad. A los nuevos politécnicos les diría que se esfuercen, pero que también disfruten de su etapa universitaria”.
Michelle Bonilla, graduada con diploma de honor en Ingeniería Civil.
Con ella coincidió Jefferson Muentes Suárez, graduado de la carrera de Logística y Transporte, quien obtuvo la medalla de plata y oro de la Promoción 2020, además de un diploma de honor. Muentes expresó que la capacidad de resiliencia de los politécnicos es evidente. “Ganamos supervivencia, adaptándonos a nuevas metodologías para continuar la reactivación de nuestras actividades”, acotó.
Él contó su historia: “Al igual que muchos de ustedes tuve que ver partir a cinco de los míos, en menos de tres meses (…) enfermé gravemente, tomándome alrededor de ocho meses en recuperarme, y lo único que pasaba por mi mente era el esperado día en el que pudiera sentirme apto para continuar ese ansiado camino hacia el éxito. Gracias a Dios, estoy recuperado, trabajando... sigo aprendiendo”.
El orador principal fue el guayaquileño, Elio Morillo, Máster en Diseño de Sistemas Espaciales por la Universidad de Michigan, quien es ingeniero de Sistemas en la NASA, por cinco años, y actualmente forma parte de una importante misión espacial: MARS 2020 PERSEVERANCE.
Con sus palabras, inspiró a los jóvenes a adaptarse, reinventarse, tener confianza en que se cumplirán los objetivos y trabajar con apoyo de un equipo. Todo esto al contar su experiencia sobre cómo dicha misión especial hizo frente a la pandemia causada por el COVID-19:
“Ha pasado un poco más de un año del lanzamiento y desde entonces viajamos más de 200 millones de millas por el espacio, descendimos a la superficie de Marte, desplegamos un helicóptero que hasta hoy ha tomado diez vuelos. Hemos navegado más de 1.600 metros en la superficie, y estamos a cortos pasos de conectar la primera muestra que se retornará a la tierra en la siguiente década. Esas muestras y unas 30 adicionales nos ayudarán a entender si en Marte encontramos rastros de vida microbiana. Esto no lo hizo un solo individuo, sino que se cumplió en equipo, en comunidad”, expresó al tiempo de comparar esta historia “espacial” con la de muchos graduados que tuvieron que luchar, con ayuda de sus amigos, familiares y comunidad, para cumplir este logro estudiantil.
“Soy una madre feliz de ver a su hija con los estudios culminados. Siempre se caracterizó por ser muy perseverante y luchadora para salir adelante”.
Luz Roldán, madre de Daniela Roldán, graduada de Economía
Padres e hijos compartieron momentos únicos y especiales en un ambiente que contempló estrictos protocolos de bioseguridad en el campus Gustavo Galindo Velasco: uso de mascarillas, distanciamiento físico, registro previo de asistentes, eliminación de puntos de concurrencia, etc. Todo esto acorde a las recomendaciones de las entidades mundiales de salud, con el propósito de cumplir con mucho esfuerzo a través de dos emotivas ceremonias, la promesa que la ESPOL hizo a sus queridos graduados, de brindarles un momento tan memorable como su graduación.
A través de mensajes en videos, los nuevos profesionales expresaron su agradecimiento a sus seres queridos por el apoyo que, como familia, tuvieron durante sus años de estudio; de igual manera, los padres felicitaron a los graduados por terminar esta etapa de sus vidas, con éxito.
“Mis hijos y nietos se han educado en este establecimiento prestigioso (…) le digo a mi nieto: ¡A trabajar mijo! Para hacer quedar bien a tus padres, hacer quedar bien a la Institución que te formó y no olvidarla nunca”.
Amado Tapia, abuelo de Pablo Tapia, graduado de Ingeniería en Electricidad
Desde la ESPOL nos sentimos orgullosos por el logro de cada politécnico que, a lo largo de estos años, demostró desde las aulas de qué está hecho el #ADNESPOL.
La ESPOL siempre será la casa que acogerá con alegría y afecto a los 1279 politécnicos graduados de la promoción 2020 y a los 1604 de la promoción 2021.
¡Felicitaciones y les deseamos el mayor de los éxitos en cada nuevo reto!
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