Las científicas de la ESPOL, Mercy Borbor y María del Pilar Cornejo, profesoras de la Facultad de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar (FIMCM) e investigadoras del Centro Internacional del Pacífico para la Reducción de Riesgos de Desastres (CIP-RRD), analizan las características y el porqué de las lluvias actuales; además, proponen soluciones para prevenir y sobrellevar las inundaciones que se presentan como consecuencia.
Con enfoques orientados al cambio climático y gestión de riesgos, las expertas presentan soluciones prácticas y ambientales, orientadas a mirar de forma integral los riesgos provocados por la naturaleza y el hombre.
El origen de las lluvias
Las docentes señalan que las lluvias que se dan estos días son extremas. Es decir, por efectos del cambio climático lo que conocemos como precipitaciones ‘normales’ por la etapa invernal (que comprende los primeros meses del año) dejan de ocurrir y se presentan lluvias que en un solo día superan las de un mes.
En consecuencia, se presentan inundaciones que tienen como origen causas que, en algunos casos, se combinan. A continuación, algunas de ellas:
- Algunos sistemas de drenaje o aguas lluvias no consideran que algunas ciudades se encuentran en el estuario del río Guayas donde existe la influencia de mareas. Es decir, su diseño no incluyó dicha influencia.
- Se ha impermeabilizado el suelo en veredas, calles, canales, etc. con cemento o asfalto. Si no se realizaba esto, el suelo absorbía el agua como una esponja, se filtraba hacia abajo para llenar acuíferos subterráneos y eventualmente se efectuaba una descarga en ríos o en el mar. Al perder esa capacidad, el agua se acumula en la superficie.
- Los sistemas de drenaje se diseñan con valores de lluvia promedio y no se considera el incremento en los eventos extremos.
Soluciones viables
Mercy Borbor y María del Pilar Cornejo afirman que existen soluciones con características generales y particulares en los lugares donde se presenta esta problemática.
Acciones y propuestas que requieren conocer la hidrología urbana y tomar en cuenta el impacto del cambio climático.
Como prevención, se pueden generar mapas de riesgo frente a inundaciones; establecer brigadas comunitarias de gestión de riesgos y coordinar trabajos entre la ciudadanía y el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) para acordar cuáles serán las respuestas frente a las inundaciones; por ejemplo, los Sistemas de Alerta Temprano (SAT) que alertan a la población sobre eventos adversos para protegerse y ponerse a buen recaudo.
Trabajo de ESPOL en Durán
En Durán, ESPOL -a través del Centro Internacional del Pacífico para la Reducción del Riesgo de Desastres- ha demostrado que la academia ecuatoriana tiene todas las capacidades y talento humano para diseñar soluciones a problemas de los gobiernos locales en temas de Reducción del Riesgo de Desastres, construyendo resiliencia.
“Tenemos ya los mapas de riesgo en escala adecuada; conocemos cuáles son los sitios vulnerables; hemos diseñado un Sistema de Alerta Temprana (SAT) para COVID-19 e inundaciones, que se implementará este año por parte del GAD. Y tenemos las propuestas para las Soluciones Basadas en la Naturaleza para jardines de lluvias, humedales urbanos y recuperación de canales y zonas aledañas”, afirmaron.
Importante reflexión: el COVID-19 ha desviado la atención
Para las expertas de la ESPOL, un tema importante es tener una visión integral de los riesgos. La pandemia de COVID-19 ha desviado la atención a los efectos multicascada que tienen las amenazas concurrentes (lluvias extremas, olas de calor, sismos, tsunamis, erupciones volcánicas, etc.). Además, sostienen, que se debe utilizar y actualizar la información, que sobre cambio climático (que exacerba las precipitaciones y temperaturas extremas) y Reducción del Riesgo de Desastres se encuentra en el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de cada Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal.
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