
Diego Sarzosa recuerda que cuando estaba en quinto año de colegio ─lo que ahora se llama segundo de bachillerato─ un representante de la ESPOL fue a su curso y presentó las carreras que la universidad ofertaba.
Con una sonrisa explica que en ese momento ya le llamaba la atención la Ingeniería Naval, debido a que varios de sus familiares estaban en la Marina. Y que a partir de esa presentación le gustó mucho más esa carrera.
Para él la ESPOL era la opción correcta: la única universidad en Guayaquil que ofertaba Ingeniería Naval, siendo además una institución con reconocimiento nacional e internacional.
Apenas se graduó de bachiller ─como abanderado─ tomó el curso prepolitécnico e ingresó en el año 2000 a la carrera que tanto quería.
De su época como estudiante recuerda el bautizo que la Facultad de Ingeniería Marítima les organizó a él y a sus compañeros, así como de su participación en competencias deportivas y asociaciones estudiantiles.
También recuerda con cariño a profesores como Cristóbal Mariscal, Bolívar Vaca, Wilmo Jara, Jorge Faytong y Alejandro Chanabá.
Diego Sarzosa agrega que durante sus estudios contó con una beca de equidad y excelencia de parte de la ESPOL, y que también se desempeñó como ayudante académico en materias como Arquitectura naval, y ayudante de gestión, tanto en la biblioteca central de la ESPOL como en la de su facultad.
Sobre el final de su carrera de grado, uno de sus profesores realizó gestiones con colegas en Brasil, consiguiéndole una beca para una maestría en la Universidad de Sao Paulo, para lo cual contó con ayuda financiera de la ESPOL para su manutención durante el inicio del postgrado.
“Sin esa ayuda, me habría sido imposible seguir con mis estudios”, destaca.
Realizó su maestría entre los años 2006 y 2008, siguiendo con un doctorado que culminó en el 2012 y postdoctorado que terminó en el 2014.
Un año después se incorporó como profesor en la Universidad de Sao Paulo, cargo que ocupa hasta la fecha.
Además de su labor docente, este politécnico trabaja incansablemente para que más estudiantes y profesionales del Ecuador se especialicen en Brasil.
Como parte de esta iniciativa, Diego Sarzosa integra un grupo de profesores de la Universidad de Sao Paulo que visita todas las universidades de América Latina que ofertan la carrera de Ingeniería Naval. Su objetivo es captar estudiantes por encima de la media para que vayan a estudiar a Brasil.
Como parte de esta labor, suscriben convenios de cooperación e intercambio y visitan embajadas para conseguir recursos que permitan que esta movilidad se realice de manera permanente.
“Recibimos a 4 estudiantes de la ESPOL que vinieron a hacer prácticas (…), y de postgrado pudo venir uno que hizo una maestría y ahora está haciendo un doctorado”, explicó.
Como un reconocimiento a todo su esfuerzo, la Embajada Ecuatoriana en Brasil lo designó como Migrante Ecuatoriano Destacado en diciembre del año 2024.
Luego de recibir este reconocimiento, sigue trabajando para fomentar la movilidad estudiantil y profesional entre Ecuador y Brasil, la cual, asegura, cuenta con muchos interesados que no pueden cristalizar su participación debido al factor económico.